Este cuento lo he
adaptado para niños de Primero y Segundo de Primaria.
EL HOMBRE DE LA PIEL DE OSO
Hace mucho, mucho tiempo, en un país lejano un joven soldado volvía a su casa tras años de dura guerra.
Al llegar, sus padres no estaban y sus
hermanos mayores le echaron porque no había sitio para el en la casa.
Solo y sin dinero anduvo por la región
buscando trabajo u otra guerra, desesperado al ver que no encontraba nada se detuvo
en un bosque, estaba cansado y hambriento.
De repente una luz se acercó a el y se
encontró un duende vestido de verde que le miraba, a la vez notó detrás la
presencia de un oso, rápidamente se volvió y vio que este se levantaba sobre
sus patas y se dirigía a atacarle. El joven consiguió vencerle y el duende que
lo había estado observando todo le dijo que como había visto que tenía valor le
proponía un pacto.
El duende le dijo que le podía convertir en un
hombre rico al prestarle las ropas mágicas que llevaba puestas ya que cada vez
que metiese las manos en los bolsillos sacaría dinero. El muchacho un poco
desconfiado le pregunto al duende si esta acción iba a tener consecuencias como
por ejemplo perder su libertad, a lo que el duende le respondió que si cumplía
el trato que le iba a proponer no pasaría nada. Éste consistía en que a lo
largo de siete años el joven no podía cambiarse la ropa, ni lavarse, ni
cortarse el pelo ni las uñas ni rezar, si no hacia esto el joven se convertiría
en sirviente del duende.
El joven, después de pensarlo, aceptó y el
duende le dio sus ropas mágicas, mientras el muchacho probaba que lo del dinero
era verdad el duende se acercó y le puso encima una capa de piel de oso,
indicándole que tampoco se la podía quitar.
El chico empezó a acumular dinero, se compró
una casa y salía junto con sus nuevos amigos a beber y a comer pero según
pasaban los meses y los años se quedó solo ya que al no poder ducharse olía mal
y a la gente le daba miedo su aspecto. Al estar solo y como tenía tanto dinero,
decidió ayudar a las personas que lo necesitaban y a cambio éstas le comprarían
comida y rezarían por el.
Un día, durmiendo detrás de un pajar, donde le
habían dejado pasar la noche oyó a un hombre que estaba llorando, el joven le
preguntó que le pasaba y éste le contó que temía por sus hijas ya que le iban a
quitar la casa y no sabía que hacer. El muchacho le dijo que no se preocupara y le preguntó
cual era la cantidad de dinero que
necesitaba para que no le quitaran su casa. El hombre le dijo la
cantidad y el joven le dio el dinero. Tan agradecido estaba el hombre que le
invitó a su casa y le ofreció la mano de una de sus hijas.
Al llegar el joven a la casa de aquel hombre,
vio que tenía tres hijas, las tres muy guapas, las dos mayores después de
recibirle empezaron a reírse de el por su aspecto físico, en cambio la hija
pequeña, que era de las tres la más guapa, supo ver en el interior de los ojos
del muchacho su nobleza y su inteligencia. Durante los días que estuvo el joven
en la casa del hombre, la hija menor aprovechó para hablar con el y conocerle
interiormente.
Pasados los días el joven decidió marcharse de
la casa, pero antes de irse la hija pequeña le dijo a su padre que ella aceptaba
casarse con el. El joven contentísimo por la noticia se quitó un anillo que había
pertenecido a su familia y lo partió por la mitad, le dio una parte a la joven
y otra se la quedó el. Antes de marchar el chico le dijo a la hija menor que
tuviera paciencia y que lo esperara durante tres años; a su vuelta se casarían,
pero que si no volvía cumplidos esos tres años ella podría casarse con otro
hombre.
Al finalizar los siete años el duende apareció
y le felicitó por haber cumplido la promesa, aunque estaba enfadado por perder
a un sirviente. El hombre con la piel de oso le entregó al duende su ropa
mágica y este le devolvió su aspecto anterior.
El muchacho fue corriendo a la casa del hombre
y sus tres hijas y sin decir quién era llamó a la puerta y pidió que le dejaran
pasar la noche allí, el hombre aceptó y a la hora de la cena se dio cuenta de
que las dos hermanas mayores se habían puesto muy guapas y elegantes e
intentaban conquistarlo para ver cual de las dos se casaba con él. Por el
contrario la hija pequeña estaba triste sujetando el medio anillo que guardaba
y casi ni le miraba.
El muchacho más enamorado que nunca escondió
la mitad del anillo que se había quedado en el vaso de la joven, al ir a
beber lo vió y al mirar a los ojos al joven supo que era él, que había
regresado. Se abrazaron con todas sus fuerzas.
Las hermanas mayores envidiosas empezaron a
protestar y a gritar, entonces apareció el duende y se las llevó a su castillo
como sirvientas por sus malos modales y por no saber controlar su envidia.
Antes de irse, el duende sonrió al joven y le dijo al oído:
- Perdí a un sirviente pero gané a dos.
Los dos jóvenes se casaron y vivieron felices
muchos, muchos años.
Esto es verdad y no miento y como me lo
contaron lo cuento.
ARGUMENTACIÓN DE
LOS CAMBIOS
Siguiendo a Propp he realizado un esquema
dividiendo la estructura interna del cuento maravilloso y en cada una he
colocado las funciones que aparecen y así poder adaptar el cuento conservando
la esencia principal de la obra de origen.
Prólogo
Alejamiento
Recepción objeto
Prohibición
Nudo y desarrollo
Fechoría
Victoria
Llegada de incógnito
Desenlace
Tarea cumplida
Matrimonio
En el prólogo he adaptado el tema de la muerte
de los padres, mencionando solo su desaparición. El concepto de la palabra
muerte es abstracto y complejo. En los niños puede existir aún un pensamiento
mágico y egocéntrico que intente explicar la pérdida.
Según la doctora Pamela Rojas los niños entre
6 a 8 años: La muerte se interpreta como un castigo, es como un
"personaje" que te atrapa. En este sentido, logran identificarla como
un hecho irreversible pero no universal, o sea no afecta a todos…
Ante la muerte, es frecuente que se cuestionen
que tan segura es la vida, y por lo tanto, suelen surgir preguntas como
"¿Tú también te vas a morir?" Se ponen muy ansiosos porque todos los
niños, normalmente egocéntricos, están preocupados por el tema en relación con
ellos. Temen la palabra muerte porque lo asocia a que sus padres pueden morir y
dejarle solo.
También he adaptado la parte del cuento donde
nos dice que el demonio se quedará con su alma si no cumple la promesa. He
preferido que el castigo por no cumplirla sea que se convierta en su sirviente
ya que la idea de perder o vender el alma es, al igual que la muerte, muy
abstracto y por lo tanto difícil también de comprender para niños de esta edad.
El tema de la guerra no lo he cambiado porque
aparece solo al principio y considero que los niños entre 6 y 8 años oyen esta
palabra con frecuencia, por desgracia, e incluso está introducida en su
vocabulario como algo divertido “guerra de globos”. Además como los cuentos
maravillosos son esenciales para demostrar el paso de la adolescencia a la
madurez creo que el comenzar con un concepto no muy bonito como es la guerra y
terminar con otro que es el amor se aprecia mejor esta evolución en el cuento.
En el nudo y desarrollo he transformado al
diablo, personaje complicado y duro para los lectores a los que va dirigido y
he incorporado un duende que para ellos tiene una simbología de traviesos pero
no de maldad.
Los cuentos maravillosos son los típicos
cuentos de hadas o de magia. En el que he adaptado he tenido en cuenta el
pensamiento de dos teólogos como Del Río y Torreblanca que creían que los
duendes eran demonios inferiores en el sentido cristiano de la palabra demonio,
el pueblo conserva mejor la noción pagana de espíritus, númenes o como se les
quiera llamar, sin aire demasiado diabólico en ciertos casos. Por este motivo,
para un lector de 7 años, es más fácil asimilar la idea de duende que de
demonio y por este motivo he metido esta pequeña alteración en el cuento.
Además teniendo en cuenta que los componentes maravillosos hace que estos
relatos penetren en el subconsciente del niño y lo liberen de sus miedos y frustraciones,
es mejor el personaje del duende para crear el mundo oscuro de la mágica que el
del demonio que aparecía en el cuento oral . La historia sigue manteniendo su
esencia y la trama del cuento no cambia.
En el desenlace vuelve a desaparecer el
concepto de la muerte y el del suicidio ya que considero que este concepto es
demasiado fuerte para los niños de esta edad y un mal ejemplo para ellos, por
lo tanto las hermanas mayores por su mala actitud se convierten en sirvientas
del duende y de esta forma he podido luego retomar el final del cuento y en
lugar de mencionar que perdía un alma y ganaba dos he decidido que era mejor
decir que perdía un siervo y perdía dos.
El final si que lo he mantenido ya que es
típico de este tipo de cuentos, siguiendo a Propp, ya que el matrimonio el
símbolo de la madurez plena, del éxito del proceso evolutivo.
He adaptado el cuento con un lenguaje mas
próximo para los niños a los que va dirigido e intentado que los párrafos no
fuesen muy largos para así facilitar la historia e intentar mantener el
misterio del cuento hasta el final.
El cuento tiene una misión concreta, que es
preparar para el aprendizaje, iniciar en los ritos de socialización, ya que
proporciona distintas claves sobre el futuro comportamiento que se espera del
niño. Todo esto queda reflejado en el cuento que he adaptado de El hombre con
la piel de oso.
Páginas referencia:
http://ecampus.lasallecampus.es/LuvitPortal/education/main.aspx?courseid=7031
(documentación complementaria, Bloque 2, Pelegrín, Ana- La aventura de oír,
Propp, Vladimir- Morfología del cuento)